la pluma negra de motril

En el capítulo décimo cita a Sancho que ayuda a su caballero a montar en Rocinante. Pero éste era más veloz que el asno de su escudero. La preocupación de Sancho era la de gobernar su ínsula. Y el ilustre caballero comentó que hay más aventuras por venir.

Nuestro ilustre hidalgo desafío al vizcaíno por sus insolencias. Y con la espada luchó dándole estoque certero. La victoria fue descomunal, y será una hazaña de inigualable historia. Intervino Sancho rogándole su acuerdo con el caballero para que fuese gobernador de su ínsula prometida.

El último Quijote esta vez se topo con dos frailes y el caballero de nuevo pensó que era otro duelo para honrar a su amada  Pero aparecieron los mozos de los frailes y estupefactos pararon los pies al caballero. En esta nueva aventura se acercó un vizcaíno para poner paz. Sancho el escudero salió mal parado por los mozos de los frailes.

En el capítulo octavo, cuenta la hazaña en la cuál don quijote confuso por su pérdida de cordura. Que arremete con su lanza a molinos de viento y sale volteado. Ya le avisó su escudero que no eran gigantes. Pero el ilustre hidalgo, dijo que le curase de sus heridas su amada princesa Dulcinea.

En su segunda salida por tierras de Montiel el hidalgo iba acompañado. Su escudero se llamaba sancho panza e iba en un asno. El soñador Quijote dejó sobrina y su escudero esposa e hijos. Don Quijote vendió algunas cosas valiosas para pagarle a su escudero y le prometió alguna ínsula que gobernar.

En este hecho el cura y el barbero entrá en la vivienda de nuestro valeroso Quijote. Y con las intenciones de quemar la librería del hidalgo. La ama de llaves los lleva al corral para hacer una hoguera. Eran manuscritos valiosos de caballería.